Relatos de una Ilusión: Prólogo

Prólogo

Fernando nació en Córdoba, Argentina y desde muy pequeño recibió la influencia de su abuela materna, quien era profesora de piano y de su prima, ellas le despertaron un gran interés por la música pero no fue la música la primera en llegar sino la magia. Magia que lo atraviesa a la edad de 7 años en la casa de su abuela paterna. La casa de la abuela era un punto de encuentro obligado para él  ya que disfrutaba de sus comidas. Uno de esos días en los que parece que nada va a suceder, él miraba la televisión y se ve deslumbrado frente a una ilusión que realiza un conocido ilusionista. De tal  manera lo atraviesa ese suceso que en la actualidad él se desarrolla como ilusionista y escritor y es el motivo que nos congrega a todos hoy aquí, a mí como colaboradora y a vos que estas allí como lector.
Debo decir que cuando se me propuso la idea de realizar el preludio de esta ópera prima, Relatos de una Ilusión, me sentí muy atraída. El proyecto me permitió reflexionar sobre temas cotidianos que muchas veces quedan postergados en el tintero por la vorágine de la vida adulta.
En la obra que nos convoca, Relatos de una Ilusión, Fernando nos propone diferentes situaciones de la mano de un protagonista principal; El mago.
En un lenguaje coloquial y de fácil lectura, el escritor nos invita a un viaje que tendrá tres estaciones diferentes. Nuestra primera parada será la oscuridad, oscuridad que nos enfrenta a nuestros miedos, a la basura en la que nos vemos inmersos cuando no podemos enfrentar diferentes obstáculos como vínculos tóxicos que nos impiden relacionarnos con nuestros seres queridos, como el afuera influye de manera negativa sobre nuestras vidas y la no aceptación de nuestras prisiones, aquellas situaciones que nos paralizan y evitan que avancemos hacia nuestras metas.
La segunda parada es la luz, aliciente a todo que aquello que nos tenía atrapado. Es el hacer el silencio necesario para poder escuchar esa voz interna que nos habla y nos pide que seamos conscientes de las personas que nos quieren y apoyan, luz que nos permite sacar lo mejor de nuestro ser y no solo iluminar nuestro camino sino prestarla para guiar a otros.
Y llegamos así a la última parada, la iluminación a la cual defino como el gozo completo de lo que está sucediendo en el aquí y ahora.
Queridos lectores van a viajar por diferentes lugares de su ser y parar en tres estaciones importantes pero no es el objetivo del autor llevarnos a un destino final, esto solo es el comienzo de un gran viaje, viaje que deberán emprender cuando decidan abrir la puerta de aquellas prisiones que los retienen.
Agradezco al autor de esta obra por la confianza y la libertad que me brindo a la hora colaborar en este proyecto.


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